Simon Lewandowski / Universidad de Leeds (Reino Unido) / Work for Readers and Writers / 15 de noviembre de 2016
Work for Readers and Writers es el título de la performance y exposición del artista y profesor de la Universidad de Leeds (Reino Unido) Simon Lewandowski, que ha tenido lugar desde el 15 de noviembre en la sala EspaciØ.
La reciente apertura de esta sala, ubicada en el Palau de Altea, se enmarca dentro de la colaboración entre el Ayuntamiento de Altea y la Universidad Miguel Hernández (UMH) para el uso de este espacio expositivo en el contexto de las actividades de docencia e investigación del campus de Altea de la UMH.
La muestra de Lewandowski es la segunda organizada dentro del Proyecto Plan Z, que forma parte del Plan de internacionalización de la Facultad de Bellas Artes de Altea de la UMH. Este proyecto muestra la obra de artistas, profesores y estudiantes de escuelas de arte extranjeras a los estudiantes del Campus de Altea y al público en general. El Proyecto Plan Z se caracteriza por el hecho de que las obras exhibidas tienen un soporte replicable o reproducible a partir de formatos digitales, de modo que no es necesario el transporte de las obras y los proyectos pueden montarse incluso sin la necesidad del autor. Así mismo se trata de proyectos de corta duración, en algunos casos, como en esta ocasión, reducidos a la inauguración y cuya pervivencia se recogerá en esta web del Campus de Altea y en una futura publicación que recogerá todos los proyectos.
La exposición ha comenzado con una performance del mencionado artista, de reconocido prestigio en Reino Unido, junto a estudiantes del Campus de Altea. Una vez concluida la performance, los materiales de la misma han continuado en la sala, y se les ha incorporado un monitor donde se muestra dicha performance en formato video. Esta muestra es su primera en España. El propio artista escribió unas líneas explicativas a propósito de este trabajo:
«Work for Readers and Writers (Trabajo para lectores y escritores) reúne tres ideas / sistemas / tropos en torno a los cuales he construido trabajos performativos procedimentales en el pasado.
En primer lugar éste tomó como uno de sus puntos de partida la Máquina de Turing, o más específicamente ese experimento de pensamiento en el que hipotéticamente se usa una cinta de papel continua dividida en celdas. La máquina coloca su cabeza sobre una celda y «lee» el símbolo que contiene. Entonces la máquina escribe un símbolo en la celda, borra el que encuentra o realiza otra acción predeterminada -en nuestro caso, se ofrecieron opciones para leer en alto, escribir o borrar, y cada lector participante constituyó una «cabeza de lectura» y el papel frente a ellos una «celda».
En segundo lugar, nos acercamos hacia la rica historia de la Partitura Gráfica en la música experimental del siglo XX, tal como lo utilizan Penderecki, Cage, Stockhausen, Cardew y los artistas de Fluxus, entre otros. Para esta obra la puntuación gráfica se hizo más dinámica e interactiva a través del modelo procedimental de la Máquina de Turing; la partitura fue generada y alterada en un proceso de improvisación utilizando el modelo de procedimiento de lectura / escritura / borrado.
Finalmente se planteó la idea de una Lectura Coral o en Ensemble, una idea normalmente más asociada con la alfabetización en escuelas primarias o con oscuras competiciones de locución; pero que, dirigida creativamente, puede impregnar un texto recitado con una rica musicalidad. Los participantes / ejecutantes generaron su texto para una lectura coral contrapuntística en la sesión del taller de improvisación, primero pasando la cinta de papel en blanco alrededor del grupo y probando una serie de reglas autogeneradas – la elección de lectura / escritura / borrado y otras reglas basadas en temas y cuestiones, sonoridad, ritmo y musicalidad, hasta que surgió un conjunto claro de parámetros para un texto satisfactoriamente “performativo”.
Llevé, además de la cinta de papel, un improvisado «metrónomo visual» para establecer el ritmo de los lectores -era una bombilla incandescente encendida y apagada por un microinterruptor disparado por una rueda de leva girada por un pequeño motor eléctrico -la luz se encendió y apagó en una secuencia ligeramente irregular. Los estudiantes improvisaron para el metrónomo un soporte a partir de dos sillas, algunas maderas de desecho y unas cuantas pinzas. No lo toqué en ningún momento, pero parecía una obra mía … ¿cómo era posible? Parece implicar que, en algún nivel no tenemos nosotros las ideas, las ideas nos tienen.
La forma de la performance final también fue determinada por los participantes -en un momento acordado tomaron sus posiciones, de pie en un círculo y leyeron el texto, el ritmo controlado por la luz intermitente que también proporcionó la única iluminación disponible para leer; comenzaron con una sola voz, luego dos y así sucesivamente hasta que todos hablaban, hasta que la palabra final -un grito animal inarticulado- llegó a la última persona. Dejaron la cinta donde estaba y se marcharon, completando el trabajo. Ahora es suyo tanto como mío».