Estudié Bellas Artes, ya que desde siempre una de mis pasiones había sido dibujar, y poder materializar todo aquello que tenia en mi mente. La facultad de Bellas de Artes de Altea me permitió formarme y empezar a crear mi futuro profesional, ayudándome a encontrar y descubrir qué era lo que más me gustaba de todos aquellos nuevos conocimientos que estaba adquiriendo, abriendo mi mente y haciéndome ver que el arte iba más allá de un simple dibujo. El ambiente familiar y acogedor de la universidad me permitieron sentirme como en casa, y compartir con mis compañeros no solo clases, si no también aficiones.
Aunque una de las cosas que más eché de menos es poder tener compañeros de otras carreras, en los que poder compartir proyectos y colaboraciones, como podrían ser los estudiantes de comunicación audiovisual.
Por otra parte me hubiese gustado tener más profesores, o que se impartieran talleres de profesionales que se dedicaran al mundo del diseño, la animación, la ilustración digital o el 3D, ya que actualmente algunos de los puestos de trabajo que están más en auge están en estos sectores.
A pesar de todo una de las cosas que más puedo destacar de la facultad son los talleres donde se impartían las clases, ya que contaban con grandes recursos y prestaciones a la hora de poder crear tu obra. Siendo así la universidad de Altea una universidad moderna, que ha ido creciendo poco a poco por mejorar e implementar nuevas tecnologías adaptándose a las necesidades actuales, una pena no haber podido disfrutar de los nuevos talleres cuando yo estudiaba.
Y para finalizar decir que, me llevo de la facultad grandes recuerdos, no solo de compañeros sino también de profesores, lo cuales han hecho que me forme no solo como artista sino también como persona.
